La importancia de la alimentación durante el embarazo

Con el embarazo y la alimentación hay varias directrices populares no demasiado acertadas,  sobre lo que hay que comer y como:

“¡… no puedes estar a dieta, estas loca!”

 “Cuídate, y ya sabes come bien que tienes que comer por dos”

(y yo me pregunto ¿Por dos o por 4?)

También están las que nosotras nos repetimos, cuando estamos embarazadas:

“El cuerpo me pide dulce” “ tengo un apetito atroz” “ …. Antojos….”

Parece que, nos incitamos a comer mal, y encontramos en la dificultad de los cambios fisiológicos y psicológicos, la “excusa perfecta” para que esta sea una etapa de descontrol culinario total, con demasiadas consecuencias.

Ojo, que hablo desde la experiencia, y con humildad he de decir, que resulta difícil, muy difícil en ocasiones, controlar todos estos cambios hormonales, de apetito, humor, físicos, psíquicos… y controlar además, la alimentación. (Cuando muchas veces recurrimos a ella para “escapar” de todo lo anterior)

Aparecen además, entre otros muchos miedos, el terror al cambio físico y a engordar para no volver nunca mas a recuperar nuestra figura. ¡Dicho así, que drástico parece!

En definitiva, corremos el riesgo de descontrolar en la alimentación por exceso o por defecto

 Por lo tanto, la máxima que deberíamos adoptar es:

El embarazo es el mejor momento para ponerse a dieta

Con la única intención de que sea saludable sana equilibrada, acorde con lo que necesitamos….

 En la gestación ocurren muchísimos cambios en el organismo de la madre, destinados a conseguir un crecimiento y desarrollo fetal adecuados.

 Podríamos resumirlo en:

-         Cubrir las necesidades nutricionales de la mujer embarazada, teniendo en cuenta, edad, peso, actividad física… así como la formación de la placenta, crecimiento de las glándulas mamarias , desarrollo del útero… con el fin de preparar el cuerpo para el parto y la lactancia

-         Cubrir las necesidades extras que suponen la formación y crecimiento del feto.

-         Asegurar un almacén de reservas en forma de grasa, para el momento de la lactancia materna

-         Para aprovechar al máximo los nutrientes  y no comprometer el estado nutricional de la mujer embarazada ni del feto, se producen importantes adaptaciones metabólicas y fisiológicas.

 Centrándonos en el bebe, y sin profundizar mucho, la dieta durante el embarazo está destinada a ofrecerle,  los mejores comienzos en la vida y desarrollo posterior.

Con una buena dieta durante el embarazo favorecemos:

-         Que el bebe nazca con peso adecuado, es decir, disminuye la probabilidad de bajo peso al nacer.

-         Mejorar enormemente su desarrollo cerebral y disminuir los riesgos de enfermedad, efectos congénitos… incluso favorecer que sea un adulto sano.

 Centrándonos en la madre, con una dieta saludable y equilibrada:

-         Favorecemos un embarazo mucho mas seguro. Disminuye por ejemplo complicaciones como la anemia, la preclampsia… que son más frecuentes en mujeres mal alimentadas.

-         El embarazo se hace mucho más cómodo, ya que pueden desaparecer o disminuir molestias muy habituales, como los mareos, nauseas, vómitos, cansancio, estreñimiento…

-         Puede mejorar el estado emocional. Una alimentación correcta, puede equilibrar más los estados cambiantes de humor, propios de las variaciones fisiológicas y psíquicas del embarazo

 ¡Todo son ventajas!

 La dieta del embarazo: mentalización

Ya conocemos los beneficios y la importancia de llevar una dieta equilibrada durante el periodo de gestación.

Vamos a centrarnos en otros aspectos:

-         Es un reto, para algunas más que otras, un nuevo reto. ¡Como si no fuera suficiente con el reto de ser madre!. Requiere de compromiso y de un cierto orden.

-         En algunos casos, puede suponer un cambio radical de los hábitos de alimentación. En otros modificar pequeñas cosas. Si el cambio debe ser muy drástico, podemos plantearnos hacerlo gradualmente, para que sea más fácil de lograr

-         Aunque pensemos “yo, como fenomenal y super equilibrado” no está de más que consultemos libros de expertos, o al pediatra. Podemos estar equivocados en alguna de nuestras pautas de alimentación. Además, con esto descartamos todos los falsos mitos establecidos sobre lo que hay que comer durante el embarazo, tan arraigados en nuestra cultura popular o incluso en la tradición de cada familia.

A mi abuela, después del parto le recomendaban tomar mucho chocolate. Supongo que sería para recuperar fuerzas… pero a la pobre le provocaba un estreñimiento, que le hacía las recuperaciones post parto “un poco” más duras de lo normal.

 -         Las pautas dietéticas, hay que llevarlas la mayor parte del tiempo. Esto quiere decir, que se puede alternar de manera puntual con otros tipos de comida. No se trata de un régimen que haya que seguir tan estricto como para que pueda llegar a la obsesión. (Si es verdad que ciertas pautas relacionadas con medidas higiénicas, recomendaciones médicas o problemas de salud, habrá que  seguirlas al pie de la letra. Su incumplimiento si puede ocasionar problemas concretos en el desarrollo normal del embarazo)