Si no hay más remedio que comer lo que aparezca en la carta del restaurante en el que estamos, nos fijaremos en que:

 Los platos sean ligeros y saludables y nos puedan saciar.

Las raciones sean normales. ( sin pasarse no hace falta que se casi se salgan del plato) 

Se puedan sustituir guarniciones pesadas por verduras. 

Haya frutas entre los postres ( sin no las tienen y ofrecen pastel, que sea casero y no industrial)