CUANDO LA GRASA PUEDE SER FATAL

Hoy todas las personas aceptan que la obesidad es peligrosa. Pero, ¿cuáles son los riesgos a que se expone quien acumula grasa en su cuerpo?

 Que puede inducir a la gente a la obesidad. Los especialistas han elaborado una lista de los riesgos a que se exponen:

 1.-Tensión arterial alta.

2.-Cardiopatía.

3.-Riesgo de trombosis coronarias.

4.-Úlceras venosas.

5.-Diabetes.

6.-Infecundidad e impotencia.

Se ha demostrado que, en comparación, los obesos mueren generalmente más jóvenes.

El cuadro no es ciertamente  halagador para ellos. Incluso las compañías de seguros lo tienen en cuenta a la hora de firmar una póliza.

Ciertas personas utilizan su obesidad para huir de la sociedad, con el pretexto de que su exceso de humanidad les impide practicar, en muchas actividades de la vida normal.

Tienen la sensación de que si no se exhiben, no harán el ridículo, que es lo que más temen.

 En Estados Unidos, los obesos, es decir los que sobrepasan más de 15 kilos al que corresponde, según su talla y edad, son el 35%. En Europa, el porcentaje es del 24%.

 En los últimos años se han realizado una serie de investigaciones y estadísticas para averiguar el peso normal de los adultos proporcionalmente a su edad y talla, y el peso deseable de los mismos.

 Generalmente el peso deseable es inferior al normal, tratar de justificar su sobrepeso, diciendo “ Es que tengo unos huesos muy

 grandes “, es engañarse a sí mismo. Al igual que la excusa de los alcohólicos, éste sería el primer aviso de obesidad.

 La obesidad ¿Varía ésta con el sexo de la persona?. La mayoría de las personas posee un mecanismo corporal que mantiene su peso al nivel adecuado, equilibrando la ingestión de calorías con el consumo de energía. Una persona joven puede tomar hasta 3.500 calorías diarias sin acusar aumento de peso. Pero son pocos los que logran hacer esto durante un largo período sin que varíe la medida de su cintura.

 De los treinta a los cuarenta años da comienzo la lucha del hombre para mantenerse en forma. Un hombre es capaz de quemar hasta cuatro toneladas de alimentos en veinte años, pero si hace ejercicio físico y lleva una vida activa, puede usar toda la cantidad de energía producida por esos alimentos y mantenerse en forma. No obstante, el error de sólo un uno por ciento, en cualquiera de los sentidos, puede hacerle ganar o perder 70 kilos.

 Por regla general, el hombre comienza a ganar peso a partir de los veinticinco años. Gradualmente va necesitando menos energía, puesto que disminuye su desgaste físico, y sin embargo, su alimentación sigue siendo la misma, si no aumenta.

Para la mujer, el exceso en el comer suele relacionarse con alguno de los cambios sexuales y hormonales que en distintas épocas pueden provocar estados de tensión anímica y física, como la adolescencia, el embarazo, el parto y la menopausia. Durante el embarazo, la futura madre puede creer que realmente debe comer “para dos”, creencia popular y este error puede pagarlo caro, pues un exceso de peso hace el parto más laborioso y doloroso.

¿ QUÉ EFICACIA TIENEN LAS DIETAS ?

Existen varios factores que pueden llevar a una persona a ser obesa.

a.- La obesidad prematura, producida por causas familiares.

b.- La obesidad neurótica o de tensión, nacida de diferentes trastornos psicológicos.

c.- La obesidad gradual.

El mejor remedio contra la obesidad es tener bien presente los peligros que esta genera. Es cierto que resulta difícil abandonar la costumbre de comer excesivamente y puede poner a prueba nuestra fuerza de voluntad. Las personas gruesas a veces no comen más que las de peso normal, simplemente consumen alimentos suficientes para que los depósitos de grasa de su cuerpo, quizás formados hace mucho tiempo, no disminuyan.

Su primera labor, debe ser encontrar una buena dieta. Todos saben que se ha de disminuir el consumo de hidratos de carbono, pero eso no es suficiente. La dieta debe ser gradual, agradable al paladar, nutritiva, aceptable socialmente y sencilla. Tendríamos que acompañarla con algo de  ejercicio físico moderado, pero que sea frecuente y regular, como pasear etc y de visitas regulares a un nutricionista, que compruebe los progresos realizados. A medida que la persona se acerca al peso normal, el adelgazamiento es más débil, pero la sensación de creciente energía y bienestar servirán de estímulo.

Al elegir una dieta tenemos que tener en cuenta que no se puede privar al cuerpo de los alimentos esenciales para su alimentación, especialmente las proteínas y el agua. Aunque ésta constituye un 60 o 70 por ciento del peso de nuestro cuerpo, no se debe olvidar que sin ella el organismo no podría realizar sus funciones vitales. El hombre puede vivir más tiempo sin comer que sin beber.

Los medicamentos o complementos pueden prestar cierta ayuda en el tratamiento de la obesidad, especialmente en combinación con una dieta apropiada. Algunos reducen el apetito, otros aceleran la quema de grasa y otros ayudan en la eliminación de líquidos por el organismo, pero siempre con la supervisión de un medico o nutricionista.

La actitud ante la obesidad ha variado a lo largo de los siglos. Han pasado muchos desde que los tipos gruesos causaban admiración.

Mientras que la gente continúe ignorando los peligros de la obesidad, ésta seguirá siendo un problema. Los habitantes de las ciudades de hoy comen como hace un siglo, pero hacen bastante menos ejercicio y por lo tanto consumen menos calorías. Por ello en los países desarrollados, la obesidad constituye una amenaza creciente, en cuanto se pasa de cierta edad.

Se da así el extraño, pero explicable, fenómeno de que, mientras en los países subdesarrollados y hambrientos se idealiza a la mujer gruesa, en nuestra sociedad occidental sobrealimentada se considera la silueta grácil y esbelta como supremo criterio de belleza femenina.

 

PIMIENTOS RELLENOS DE BACALAO

INGREDIENTES:

 12 pimientos del piquillo.

1 vaso de nata líquida, para cocinar.

150 g de jamón serrano en tacos.

200 g de gambas.

2 rodajas de bacalao.

1 cebolla.

2 dientes de ajo.

½ vaso de vino blanco.

Queso cremoso.

Salsa bechamel.

 

ELABORACIÓN:

 1.- En una sartén, sofríe a fuego lento la cebolla picada muy finita y los ajos machacados. Cuando la cebolla adquiera un tono transparente, añade el bacalao desmigado, el jamón serrano cortado en taquitos pequeños y las gambas peladas y troceadas. Cocina a fuego medio.

 2.- Una vez hecho el sofrito, añade la salsa bechamel. Retira del fuego y deja enfriar.

3.- Mete el relleno en 10 de los pimientos de piquillo y cierra con un palillo.

4.- Con los pimientos sobrantes, el queso cremoso y el vino blanco, haz una salsa en la batidora. Echarla sobre los pimientos.

 5.- Introduce los pimientos en una fuente refractaria en el horno, precalentado a 150º, hasta que la salsa espese y…..¡listos para servir!.