ABEDUL (Betula Pendula)

OBTENCIÓN: La recolección de hojas tiene lugar aproximadamente dos meses después de su aparición, y se dejan secar a la sombra o en un secadero a una temperatura de 40 ºC.

CULINARIAS: Se utiliza una savia que se obtiene taladrando la corteza 2 o 3 cm, pero sólo se puede recoger donde abunden los abedules, pues los cortes dañan al árbol; por lo que están prohibidas en la mayor parte de Europa central.

TERAPÉUTICAS: De sus hojas maceradas se obtiene una droga que contiene saponinas, taninos, aceites esenciales, resinas y antisépticos vegetales.
Dichas sustancias poseen una acción diurética y desinfectante, alivian el reumatismo y la gota, y si se aplican de forma tópica sobre la piel, sirven para regenerarla.

COSMETICOS: La savia tiene aplicación como tónico capilar, y la esencia sirve como materia prima para la elaboración de cosméticos.

Francia contra la Nutella

Sus señorías franceses le han declarado la guerra a la mala alimentación. Acaban de aumentar el impuesto sobre las bebidas energéticas, por aquello de que su combinado nocturno incita a los jóvenes a beber más alcohol. También se ha penalizado la cerveza por razones similares y el año pasado fueron los refrescos azucarados, fuente calórica, las víctimas del fisco. Ahora las balas se dirigen contra la popular Nutella.

El Senado francés acaba de presentar una enmienda bautizada como “enmienda Nutella” o “tasa Nutella” que incrementará el precio de este producto tan popular entre niños y mayores. En realidad lo que los senadores quieren castigar es la utilización del aceite de palma, considerado nocivo para la salud, en la fabricación de los productos destinados al consumo. A partir de ahora habrá que medirse a la hora de untar la tostada o se pagará caro el exceso.

Según Yves Daudigny, el socialista promotor de la iniciativa, estas grasas “se usan de manera excesiva en la restauración colectiva y en la industria agroalimentaria”. Este ‘peligroso’ ingrediente es uno de los componentes del delicioso chocolate, pero se usa también en la elaboración de otros productos salados o dulces destinados a los niños y está presente en el picoteo que acompaña los refrescos energéticos -también dañinos- a la hora del aperitivo.

Por eso, aunque en la intimidad doméstica muchos rebañen el bote, los políticos quieren aumentar un 300% el actual impuesto que ya se aplica sobre este aceite. Según la Agencia Nacional de Seguridad Sanitaria de la Alimentación, el Medio Ambiente y el Trabajo (Anses), la población francesa consume demasiados ácidos grasos saturados, que, aunque deliciosos, contribuyen a la obesidad y favorecen las enfermedades cardiovasculares.

Fuente: Raquel Villaécija | París El Mundo

Cómo mantener el colesterol a raya

Las claves para mantener niveles óptimos de colesterol en sangre y evitar sus secuelas en el sistema cardiovascular son sencillas pero, a tenor de los resultados de muchos estudios, difíciles de poner en práctica y, más aún, de mantenerlos a largo plazo. Según la comunidad científica, la dieta cardiosaludable (con pocas grasas “tras” que proceden de alimentos con grasa animal, aceites baratos utilizados para freír, comida rápida, lácteos enteros, aperitivos salados, bollería industrial y platos precocinados y poco colesterol que está en lácteos enteros, mantequilla, yema de huevo y carnes grasas, entre otros) y el ejercicio son los dos puntales básicos para tener el colesterol controlado y, a su vez, el resto de los factores de riesgo cardiovascular.

Son dos medidas fáciles y económicas. Sin embargo, los datos estiman que uno de cada dos españoles tiene cifras elevadas de colesterol (y la mitad lo desconoce), lo que sumado al exceso de peso (un 62%) y la hipertensión (un 33% de los adultos de nuestro país es hipertenso y solo el 20% controla su tensión arterial) son una bomba para la salud del corazón. Parece ser, por tanto, que adoptar hábitos de vida saludable para reducir enfermedades y la mortalidad asociada no es nada fácil.

Por otro lado, para aumentar los niveles de lipoproteína HDL, el colesterol bueno, no hay disponibles fármacos tan eficaces como para disminuir los de LDL. Por este motivo, es imprescindible, ante todo, cambiar el estilo de vida y, de nuevo, seguir una alimentación sana y equilibrada y evitar el tabaco y el sedentarismo.