Alimentación en hiperactividad
El TDHA (trastorno de déficit de atención con hiperactividad), es un trastorno de la función cerebral, caracterizado por la hiperactividad, falta de atención, impulsividad… entre otros.
Es importante que un profesional diagnostique a tiempo la enfermedad, y ponga el tratamiento adecuado según el caso.
No todo niño inquieto tiene esta dolencia, y existe muchos casos en que se puede confundir con intolerancias o hipersensibilidad a algún alimento concreto.
Las medidas nutricionales pueden ayudar a mejorar la sintomatología como un factor más del tratamiento.
En cualquier caso estas medidas son buenas para la salud y el desarrollo de los niños en general.
* Aditivos, (conservantes, colorantes artificiales, potenciadotes del sabor):
Es recomendable que la comida sea lo más natural posible, reduciendo al máximo los alimentos procesados y por tanto que contenga la menor cantidad de aditivos artificiales. Lo mejor es la comida elaborada en casa.
Parece que existe una conexión demostrada entre el TDHA, con ciertas alergias e intolerancias alimentarías, de manera que muchos problemas del comportamiento infantil mejoran con la supresión en la dieta de aditivos.
*Alimentos con salicilatos: Existen teorías que colocan a los salicilatos (sustancias similares a la aspirina) como factores que provocan hiperactividad. Se ha comprobado que algunos niños pueden ser especialmente sensibles a estos alimentos, y que al retirarlos mejoran notablemente en la sintomatología.
Se trata de retirar alimentos ricos en salicilatos: manzanas, almendras, tomates, maíz, trigo, soja, lácteos, huevos, cítricos o frutos del bosque) y sustituirlos por peras, plátanos y anacardos, con menor riesgo de alergias e intolerancias.
Habría que evaluar según el caso, si la retirada de estos alimentos es efectiva.
*Aumentar vegetales y frutas frescas: Con esto nos aseguramos un aporte adecuado de vitaminas y minerales. Las que pueden tener una acción positiva en el TDAH son las vitaminas C,E, y el complejo B.
En cuanto a los minerales, son importantes el aporte de: Ca Fe Mg Zn y Selenio.
Es importante cuidar que no exista déficit en ninguno de estos nutrientes esenciales.
Según el paciente, podría recomendarse un aporte extra con suplementos vitamínicos y minerales.
* Suprimir las grasas saturadas y las parcialmente hidrogenadas por las insaturadas o poliinsaturadas: los ácidos grasos wy3 y w6 contribuyen al desarrollo neurológico e inmunitario y regulan diversas funciones biológicas.
Estos tienen un efecto muy positivo y podrían regular la irritabilidad y estados nerviosos
Por tanto aumentar el consumo de pescado azul, utilizar aceite de oliva, reducir alimentos grasos (ej: embutidos), comidas precocinadas, comida rápida, bollería industrial, cuidar las formas de cocinado…
Algunos especialistas incluso recomiendan según el caso, complementos con aceite de onagra. Hay estudios que demuestran una respuesta positiva a la suplementación con w3 y w6.
* En cuanto a los hidratos de carbono, es mejor consumirlos integrales, evitando en lo posible los de absorción rápida (bollería, dulces, azúcar…)
* Un consumo adecuado de proteína de calidad es imprescindible para el correcto desarrollo neurológico. Lo mejor es que su procedencia sea tanto animal como vegetal, potenciando el consumo de pescado, legumbres y cereales, frente al de carnes y huevos.
Con ello nos aseguramos un correcto aporte de aminoácidos esenciales como el triptófano que es precursor de la serotonina e influye directamente en los mecanismos de neurotransmisión cerebrales.
* En general una dieta equilibrada y muy variada, nos aporta los nutrientes que necesitamos para un correcto estado nutricional, y como decíamos al principio, estas recomendaciones, no son muy diferentes a las que debería seguir cualquier niño, tenga TDHA, o no.
* Muchos especialistas recomiendan tomar coca cola (en cantidades pequeñas), en niños que tengan la edad suficiente para hacerlo.
Esto favorece que aprovechen mejor las catecolaminas que generan.
El exceso de actividad de estos niños diagnosticados con TDHA, es por consecuencia de generar menos cantidad de estos neurotransmisores, y hace que afecte a áreas del cerebro encargadas de la atención. Muchos de los tratamientos médicos son sustancias excitantes que hacen que aprovechen durante más horas la cantidad que generan de estos neurotransmisores.
En cualquier caso es imprescindible acudir siempre a un especialista para que evalúe y diagnostique correctamente a cada niño, y recomiende las pautas terapéutica y dietéticas adecuadas para cada caso.